Tiempo ordinario : ciclos A-B-C

En la liturgia de la Eucaristía del domingo ocupa un papel importante la proclamación de la Palabra de Dios, esa Palabra que nos habla e interpela, desde el fondo de los siglos, en la voz de los viejos profetas, de los sabios o de las enseñanzas de la Toráh de Israel, y en la voz más reciente de quienes fueron testigos de los hechos y palabras de Jesús. Su tiempo es, por tanto, un tiempo de escucha. Dios habla también a los hombres de este siglo por encima de las fronteras de la cultura, del tiempo y del espacio.

En este segundo volumen de ORIENTACIONES queremos profundizar en la Palabra de Dios que se nos proclama cada domingo del llamado Tiempo Ordinario. Este tiempo del año litúrgico, cuya mayor parte se desarrolla terminada la Pascua y ascendido Cristo a los cielos, es el tiempo de la Humanidad y de la Historia hasta que Él vuelva, el tiempo de nuestra peregrinación y nuestra espera, el tiempo de la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra por el trabajo de los hombres, siempre bajo la inspiración y la acción vivificante del Espíritu Santo. Es el tiempo en que cada uno, inmerso en la ciudad terrena y viviendo entre los hombres, ha de ser como un fermento o como una luz, o como la sal o como la ciudad sobre la colina. Pero esto sólo será posible en la medida en que nos dejemos penetrar y transformar por la Palabra de Dios.

Autor: Centro de Estudios Judeo-Cristiano